Siempre me habían dicho que nada de todo lo que comporta esta vida es fácil, que no lo tendría todo blanco y en botella, y lo tenia integrado dentro de mi diminuta mente. Sabia que tenía que luchar por lo que quisiera y que luego el sudor de mi frente seria el mas satisfactorio del mundo al dar con el resultado.Lo tenia claro y lo sabia, lo que no me habían contado es que costaba tanto tomar decisiones. Sí, os hablo de esas decisiones que te cambian la vida, esas en las que hay dos caminos o más, caminos que no sabes donde van a llegar pero que sin embargo tienes que escoger, y curiosamente siempre acabas escogiendo el peor de todos.
Pero de eso se trata no? Equivocarse y aprender a rectificar.
He dado la vuelta al mundo de mi cabeza, de aquí para allá, le he escrito a la vida y le he escrito al amor, he pensado en mi y en todos, y sin embargo, sigo aquí sin hallar respuesta alguna.